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                   MARCELO CALVO 
                  ( Bolívia ) 
                    
                  Fue componente del Grupo Literario Juvenil "Horda" em  1950 com Rospigliosi, Jorge Suárez, Brozovich,   Jaime González, Capriles y otros. 
                    Ganó accesit a los Juegos Florales de 1951, convocado por los importantes  agrupaciones de entonces, Medio Siglo y Puerta del Sol en que actuaban Ambrosio  García, Marta Rodo, Gloria Gutiérrez. 
                    Obtuvo premio también en el Concurso de Poesía convocado en s19970 por Embajada  Argentina.  
                    Ejerció cargo diplomático en el Brasil en 1974.  
                    Dictó cátedra en la Universidad de San Andrés, donde también fue Director de  Extensión Cultural. 
                    
                  TEXTOS EN ESPAÑOL –  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    
                  
                  BEDREGAL,  Yolanda.  Antología de la poesía boliviana. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro, 1977.  627 p.   13,5x19 cm         
                    
                  AMERICA PROFUNDA 
                     
                    Del verbo hecho carne y de la luz  amaneciendo entre siglos, 
                      América profunda abre sus inmensos brazos de bahía, 
                      América de sombras estrujadas, de montes azules y horizontes 
                      lejanos, 
                      donde un viento morado 
                      atado a la cola de cometas y lluvias siderales, 
                      proyecta en ásperas tierras 
                      una historia violenta de pólvora y campanas libertarias. 
   
                      El hombre americano 
                      parábola entre el átomo y la estrella, 
                      —viajero sin límites, viene del tiempo y va hacia el tiempo… 
                      escribe su historia 
                      en tierras cálidas y trópicos fuertes 
                      sobre paisajes y crepúsculos, 
                      amando la célula de la célula como cadena interminable 
                      con novelas manuscritas en alas de las mariposas, 
                      en las diminutas ojeras de la quinua, 
                      en los campos, en la tierra morena remendada a colores 
                      con los surcos de los sembradíos, 
                      en los perros de espuma que sueltan los ríos de la Cordillera 
                      en los viejos balcones coloniales 
                      donde los harapos finos de la lluvia 
                      tejían arañas de cristal en los tejados, 
                      en los antiguos solares y los blancos campanarios 
                      y en los coros de las novicias con voces de agua 
                      ya perdidas en el lejano caracol de los ecos. 
   
                      El hombre de América 
                      escribe su historia tierra adentro, 
                      el la selva sin límite, 
                      en los horizontes encanecidos de tiempo, 
                      en las cordilleras y en las montañas 
                      y en los ríos verdes donde frotan los ojos los pañuelos  
                      de la niebla. 
   
                      El hombre escribe la historia de América profunda 
                      de mayo a mayo, 
                      de Buenos Aires a Charcas, 
                      como una canción 
                      condenada a repatriarse eternamente 
                      en las olas que en el mar 
                      doblan y desdoblan las infinitas páginas de los días 
                      junto al verbo hecho carne y a la luz amaneciendo entre  
                      los siglos… 
  
                    
                  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                  Tradução de ANTONIO  MIRANDA 
                    
                  AMÉRICA PROFUNDA 
                     
                    Do  verbo feito carne e da luz amanhecendo entre séculos, 
                      América profunda abre seus imensos brazos de bahia, 
                      América de sombras esprimidas, de montes azuis e horizontes 
                      distantes, 
                      onde um vento morado 
                      atado à cola de cometas e chuvas siderais, 
                      projeta em ásperas terras 
                      uma historia violenta de pólvora e sinos libertários. 
   
                      O homem americano 
                      parábola entre o átomo e a estrela, 
                      —viajante sem límites, vem do tempo e vai na direção do tempo… 
                      escreve sua história 
                      em terras cálidas e trópicos fortes 
                      sobre paisagens e crepúsculos, 
                      amando a célula da célula como cadeia interminavel 
                      com romances manuscritos en asas das borboleatas, 
                      nas diminutas olheiras da quinua, 
                      nos campos, na terra morena remendada a cores 
                      com os sulcos de semeaduras, 
                      nos cães de espuma que soltam os rios da Cordilheira 
                      nos velhos balcões coloniais 
                      onde os farrapos finos da chuva 
                      teciam aranhas de cristal nos telhados, 
                      nos antigos solares e os brancos campanários 
                      e nos coros das noviças com vozes de água 
                      já perdidas no distante caracol dos ecos. 
   
                      O homem da América 
                      escreve sua história terra adentro, 
                      na selva sem limite, 
                      nos horizontes grisalhos pelo tempo, 
                      nas cordilheiras e nas montanhas 
                      e nos rios verdes onde esfregam os olhos os lenços  
                      da névoa. 
   
                      O homem escreve a história da América profunda 
                      de maio a maio, 
                      de Buenos Aires a Charcas, 
                      como uma canção 
                      condenada a repatriar-se eternamente 
                      nas ondas que no mar 
                      dobram e desdobram as infinitas páginas dos dias 
                      junto ao verbo feito carne e à luz amanhecendo entre  
                      os séculos… 
                    
                  * 
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                  http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/bolivia/bolivia.html  
                  Página publicada em junho de 2022 
                
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